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Pensar estratégicamente, liderar conscientemente: más allá de la planificación

A lo largo de mi vida profesional, he escuchado muchas veces la palabra “estrategia” usada como sinónimo de planificación. Como si pensar estratégicamente fuera simplemente armar un plan de acción o definir metas cada cierto número de años.


Recuerdo cuando llegaba el momento de la planificación estratégica en una de las empresas en las que trabajé durante varios años. Era un evento trascendental donde todo el equipo ejecutivo nos aislábamos del mundo para evaluar, pensar y definir el rumbo. Hacíamos lo tradicional: un FODA, objetivos estratégicos y listas de planes de acción. Lo increíble era que, al revisarlas al siguiente año, muchas de esas acciones seguían ahí, sin ejecutarse.


Con el tiempo, trabajando con @Eduardo Jaramillo en la definición de estrategias (no planes de acción), y usando herramientas como Hoshin Kanri, los resultados en clientes fueron extraordinarios. Y entonces entendí algo fundamental: la estrategia no empieza en el Excel, empieza en la mente del líder.


No se trata de tener todo claro en un cronograma. Se trata de desarrollar el mindset adecuado, de pensar diferente. De cuestionar el juego, de salir de la zona de confort, de ver lo no evidente, de ser curioso y probar con valentía. De tomar decisiones con impacto y con sentido.

Y, sobre todo, se trata de desde dónde tomamos esas decisiones.


Estrategia vs. Planeación estratégica

La estrategia y la planificación estratégica no son lo mismo. Aunque estén relacionadas, sus naturalezas son distintas:

Concepto

Estrategia

Planeación estratégica

Naturaleza

Forma de pensar, actitud, visión

Proceso estructurado, metodología

Propósito

Decidir cómo jugar y cómo ganar

Traducir esa estrategia en acciones y recursos

Mentalidad

Adaptativa, intuitiva, creativa

Analítica, lógica, secuencial

Momento

Vive en la incertidumbre

Busca orden y proyección

Preguntas clave

¿Dónde vamos a jugar? ¿Cómo vamos a ganar? ¿Qué nos hace únicos?

¿Qué metas queremos lograr? ¿Cómo las medimos? ¿Con qué recursos?

La estrategia es elección. Es diferenciación. Es decir NO a muchas cosas para enfocarse en lo que importa, en lo esencial. La planificación viene después, cuando ya tenemos claro el qué y el para qué.


Conexión con el liderazgo personal

Este mismo principio aplica al liderazgo personal:

Muchos líderes viven planificando sus semanas, sus agendas, sus KPIs personales… pero no tienen una estrategia de vida ni de liderazgo. Viven en el estrés permanente, no en la expansión ni en la evolución. No se dan espacios para pensar, meditar, analizar y descansar.

Y sin estrategia, cualquier plan es solo movimiento. Pierde sentido y dirección.


Pensar estratégicamente como líder implica:

  • Saber quién soy y para qué estoy donde estoy

  • Leer el entorno con conciencia, no en automático

  • Elegir cómo quiero influir y qué tipo de legado quiero dejar


La estrategia personal se conecta con el propósito, con la identidad, con una mirada a largo plazo, de estar en el juego infinito, que da sentido a las decisiones del presente.


Reflexión final

Puedes tener planes muy bien hechos, pero si no tienes una estrategia clara, solo estarás ejecutando tareas.

La estrategia personal es el arte de elegir con sentido.Y eso, como todo buen liderazgo, empieza desde adentro.

¿Estás viviendo tu liderazgo desde la estrategia o desde la urgencia?


Diego Román L.

Coach, Facilitador de Liderazgo

Fundador de Influenser

El éxito está en ti, lidérate.




 
 
 

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