“Conócete a ti mismo”: el primer paso del liderazgo

Diego Román L.
6 may
2 Min. de lectura

Basado en el artículo de Gary Burnison, CEO de Korn Ferry

Gary Burnison comparte una experiencia directa y poderosa: reunió a su equipo global de liderazgo y les pidió evaluar su estilo de liderazgo en tiempo real, de forma anónima, con resultados proyectados en una pantalla frente a todos. Fue incómodo, revelador y profundamente valioso.

El objetivo no era simplemente recibir feedback. Era mirarse al espejo con honestidad, desde los ojos de otros. Y por eso, al final de la sesión, Burnison entregó un espejo físico a cada persona. Porque como él mismo dice:

👉 “El liderazgo comienza con la autoconciencia.”

Esta práctica nos recuerda que, antes de enfocarnos en liderar a otros, debemos tener el coraje de mirar hacia adentro y aprender a ser vulnerables.

¿Quién soy realmente cuando dejo de editar mi imagen? ¿Qué ven los demás en mí? ¿Dónde están mis puntos ciegos?

Esto me recuerda cuando he trabajado con líderes usando la Ventana de JOHARI. Escribiendo en mi ventana abierta todo lo que soy con transparencia, como un libro abierto, sin tapujos. En mi ventana ciega, permitiéndome tener conversaciones con otros para que me digan lo que ven en mí, bueno y malo, con respeto y compasión. En mi ventana de la fachada, donde solo dejo ver lo que quiero que otros vean, permitir que otros me hagan preguntas que les permita conocerme más, en especial donde sentían que no era coherente. Por último, inconscientemente, mi ventana oculta se iba aclarando.

Según la investigación de Korn Ferry, basada en más de 110 millones de evaluaciones:

El 80% de los líderes no ven con claridad sus propias fortalezas y debilidades.
Quienes sobrestiman sus habilidades tienen 6 veces más probabilidades de descarrilar profesionalmente que quienes son más conscientes de sí mismos.

Burnison compara esta realidad con el cambio cultural de las cámaras Polaroid a los selfies. Antes, capturábamos momentos compartidos; hoy, a menudo proyectamos una imagen cuidadosamente filtrada. Pero el liderazgo real no se edita. Se construye con autenticidad, vulnerabilidad y conciencia de uno mismo.

Concluye con una verdad potente:

“No podemos mejorar una organización ni inspirar a otros si no nos conocemos primero… a través de los ojos de los demás.”

Preguntas para digerir en el silencio de tu interior:

¿Cómo he tratado de verme en el espejo para realmente reconocerme en mi esencia?
¿Cuántas cosas que me dicen los demás me incomodan y rechazo?
¿Me gusta lo que veo en el espejo? No el reflejo, sino lo que verdaderamente veo.
¿Me gustaría ver algo diferente en ese espejo?
Si hiciera el mismo ejercicio que hizo Burnison con mi familia, amigos, compañeros de trabajo, pares o jefes… ¿qué dirían de mí?
¿Lidero desde el ejemplo, la coherencia y la transparencia… o me oculto detrás de máscaras y fachadas?